“Y predicaba, diciendo: Viene tras mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar encorvado la correa de su calzado" Marcos 1:7
Quiero decirle cuán humilde fue la actitud de Juan el bautista, cuando se propone anunciar públicamente a Jesús de Nazaret, lo exaltó, lo honró y glorificó.
El evangelio debe ser para presentar a Jesús como el mas grande, Él es “Rey de Reyes y Señor de Señores”.
No es que Juan el bautista se haya encontrado insignificante, sino más bien en realidad, el que venia era muy grande.
La exposición de la fe cristiana debe seguir en esta senda, anunciando a Jesucristo como aquel que “nosotros no somos dignos de desatar las correas de sus sandalias”.
• Un evangelio que se usa de plataforma para llenarse de bienes, no exalta a Jesús.
• Un evangelio que promueve la fama de predicadores, cantantes no exalta a Jesús.
• Un evangelio que busca cumplir con afanes humanos y realizaciones personales, no exalta a Jesús.
El modelo que nos propone Juan el bautista, acerca del verdadero evangelio, es de darle a Jesús la grandeza que a Él le pertenece.
Llenemos la Iglesia de alabanzas para Él, que los púlpitos se llenen de exaltación a nuestro Señor Jesús, que el evangelio no se olvide de exaltar a nuestro Redentor, todas las glorias sean para nuestro Señor y Rey.
Por el hermano Gabriel Aguirre Colí
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